Sevilla refuerza su apuesta por el turismo de lujo con más de mil nuevas plazas de cinco estrellas

La capital andaluza aspira a posicionarse como destino de élite con una inversión hotelera que duplicará su oferta de alta gama en apenas dos años.
Sevilla
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Redacción LVS
Actualizado miércoles, 8 de octubre de 2025 - 18:49

Durante décadas, Sevilla ha seducido a millones de visitantes con su historia, su arquitectura y su oferta cultural. Ahora, la ciudad da un paso más: busca consolidarse como destino de lujo en el mapa turístico internacional. El objetivo ya está en marcha. En los próximos dos años, la capital sumará más de 1.000 plazas nuevas en hoteles de cinco estrellas, un crecimiento que puede duplicar su actual capacidad de alta gama.

Según datos recientes, Sevilla cuenta hoy con unas 3.000 plazas en establecimientos de cinco estrellas, distribuidas en hoteles históricos, boutiques exclusivas y nuevos proyectos de inversión. A esa cifra se añadirán al menos nueve nuevos hoteles de lujo previstos hasta 2028, de los cuales cuatro serán de categoría gran lujo. Esta tendencia forma parte de un plan estratégico que busca atraer a un turista de alto poder adquisitivo, menos estacional y más proclive al gasto cultural, gastronómico y personalizado.

Un salto en una década: 54 % más de hoteles

El auge del turismo en Sevilla no es nuevo, pero sus cifras sí reflejan una transformación notable. En 2014, la capital contaba con 198 establecimientos hoteleros registrados. Una década después, esa cifra ha crecido un 54 %, alcanzando los 308 hoteles, según datos del Instituto Nacional de Estadística y la Junta de Andalucía. El número total de plazas hoteleras ronda ya las 27.500 en el municipio, y supera las 33.700 en toda la provincia.

Este crecimiento, impulsado tanto por la demanda como por la inversión extranjera, ha elevado también el listón de la oferta. No se trata solo de tener más camas, sino de ofrecer más calidad. En los últimos años han abierto sus puertas en Sevilla hoteles como el CoolRooms Palacio Villapanés, el Querencia de Marriott o el Radisson Collection Magdalena Plaza, todos enfocados a un perfil internacional exigente.

Competencia con Madrid y Barcelona

A pesar del auge, Sevilla aún está lejos de competir en volumen con otras grandes capitales turísticas. Madrid, por ejemplo, roza los 40 hoteles de cinco estrellas y sigue ampliando su oferta, mientras que Barcelona, aunque ha frenado las licencias, mantiene una planta hotelera de lujo consolidada. Sin embargo, Sevilla juega otras cartas: un destino más compacto, con identidad propia, y un clima favorable para el turismo todo el año.

Los expertos en inversión señalan que el potencial de crecimiento está en la calidad más que en la cantidad. “Sevilla está empezando a jugar en la liga del turismo de élite”, apunta un reciente informe del portal especializado Hosteltur. “Y lo hace con una estrategia basada en la singularidad del destino, no en reproducir modelos de sol y playa”.

Impacto local y sostenibilidad

El auge del turismo de lujo plantea también interrogantes sobre el impacto en la ciudad. Mientras el sector celebra la diversificación de la oferta y el valor añadido, voces críticas alertan del riesgo de gentrificación, de saturación del centro histórico y de la presión sobre el mercado inmobiliario. La sostenibilidad del modelo turístico —económica, social y ambiental— es hoy parte del debate institucional.

De momento, los planes avanzan. Con proyectos en marcha como el Meliá Gran Lujo en la antigua sede del Banco de Andalucía o el JW Marriott en la Casa de la Moneda, Sevilla se prepara para recibir a un viajero distinto: más exigente, más internacional y con más peso en el gasto local. El reto será hacerlo sin perder el alma que ha hecho de Sevilla uno de los destinos más deseados del mundo.

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