El campo sevillano respira optimismo con el arranque de la campaña del arroz. Las previsiones del sector apuntan a una cosecha que podría alcanzar las 350.000 toneladas, una cifra que, de confirmarse, supondría la mejor producción de los últimos cinco años y un balón de oxígeno tras varias temporadas marcadas por la sequía.
El presidente de los arroceros, Mauricio Soler, ha mostrado su confianza en alcanzar estos registros, destacando que "ya llevamos una semana con las máquinas y están saliendo buenas medias por hectárea", según ha declarado a Europa Press. Esta buena cosecha se produce después de años muy difíciles, con siembras parciales en 2022 y 2024 y la imposibilidad de cultivar en 2023.
La única preocupación que nubla este horizonte positivo es la meteorología. Los productores miran al cielo esperando que las lluvias no sean muy intensas en los próximos días para poder completar la recogida sin que el grano caiga al suelo. "Esperar que no llueva mucho para que rematemos bien", ha insistido Soler.
Junto a la cantidad, la otra variable clave será el precio. Los agricultores esperan conseguir "un buen precio" que permita rentabilizar las explotaciones. Para ello, reclaman la implantación de "cláusulas de salvaguardia" en Europa que protejan el producto nacional frente a las importaciones de terceros países.