
Los servicios de emergencia han confirmado la reapertura casi total de la SE-20 tras los graves desperfectos ocasionados por la borrasca Claudia, que provocó 380 incidencias en toda la provincia sevillana durante el pasado fin de semana. El único tramo que permanece cortado al tráfico es el comprendido entre la A-4 y la carretera de Miraflores en sentido Isla de la Cartuja.
La normalización de esta importante vía de circunvalación llega justo a tiempo para dos eventos deportivos de gran afluencia. El estadio de la Cartuja acogerá el partido entre la Selección Española y Turquía este 18 de noviembre, así como el encuentro entre el Betis y el Girona el próximo 23 de noviembre. Los accesos al recinto deportivo se verán menos afectados de lo inicialmente previsto tras la reapertura parcial de la carretera.
La Policía Local de Sevilla activó los desvíos el pasado 15 de noviembre debido a los importantes desperfectos en la calzada causados por las fuertes lluvias. Los socavones aparecidos en varios puntos de la vía obligaron a cortar completamente la circulación mientras los equipos de emergencia trabajaban en las reparaciones más urgentes.
"El corte de la SE-20 en plena alerta amarilla por lluvias provocó un auténtico colapso", reconoció el alcalde José Luis Sanz. El desvío obligatorio de miles de vehículos hacia el interior de la capital andaluza generó importantes retenciones durante todo el fin de semana. Los servicios operativos municipales lograron restablecer la mayor parte del tráfico en la tarde del 17 de noviembre.
El primer edil señaló que los desperfectos actuales se suman a un problema estructural más grave. La vía necesita una inversión de siete millones de euros para su completa rehabilitación. "Es una carretera del Estado que fue recepcionada en 2022 y pasó a ser de titularidad municipal. Sin embargo, no se ejecutó ni un euro en mantenimiento", subrayó el regidor.
La transferencia de esta infraestructura desde el Estado al Ayuntamiento hispalense ha generado una importante controversia política. El responsable municipal ha señalado directamente al anterior gobierno local como responsable de la situación actual por no haber realizado una revisión técnica exhaustiva tras asumir la titularidad de la carretera.
"Aparte de los socavones provocados por las lluvias está pendiente el inicio de una inversión de siete millones", insistió Sanz. El consistorio deberá ahora afrontar no solo las reparaciones urgentes causadas por la borrasca, sino también un plan integral de mantenimiento que debería haberse ejecutado desde 2022.
De momento, no existe una fecha concreta para la reapertura completa del tramo que permanece cerrado. Las autoridades municipales han pedido paciencia a los conductores y recomiendan seguir las indicaciones de los agentes de tráfico mientras continúen los trabajos de reparación en la zona afectada.