
El Castillo de las Guardas afronta una nueva amenaza para su conectividad. La carretera A-476, arteria fundamental para este municipio del norte provincial, ha registrado un socavón adicional en el kilómetro 1,2, en un tramo distinto al que resultó gravemente afectado por el temporal Claudia en las últimas semanas de octubre. El descubrimiento agrava la situación de una vía que permanece cerrada al tráfico desde hace meses, estrangulando los accesos a esta localidad de la Sierra Norte.
Gonzalo Domínguez, regidor de la localidad, confirmó este lunes que el delegado territorial de la Junta le ha trasladado la puesta en marcha de un proyecto catalogado como urgente. Según el edil, los trabajos de reparación arrancarán "en un par de días", aunque no precisó el alcance exacto de la intervención prevista.
La novedad del hundimiento radica en su ubicación: no coincide con los puntos que sufrieron los embates de Claudia hace tres meses, lo que evidencia un problema estructural más amplio del que inicialmente contemplaban las autoridades provinciales. Este hallazgo ha disparado las alarmas en el consistorio local, que teme que el deterioro se extienda a otros tramos sin previo aviso.
El primer edil lanzó un mensaje directo a la administración autonómica en un comunicado difundido este lunes. "Socialmente El Castillo de las Guardas va a quedar muy aislado, ya que no pueden entrar vehículos pesados", alertó, poniendo el acento en las consecuencias para el abastecimiento y la actividad económica. El cierre de la A-476 impide el acceso de camiones de mercancías, vehículos de servicios y transportes de mayor tonelaje, obligando a rodeos de decenas de kilómetros por vías secundarias.
Domínguez reclamó además a la Junta que, mientras ejecuta las obras de urgencia, habilite rutas alternativas que garanticen la movilidad. La ausencia de estas vías provisionales deja a los más de 1.600 habitantes del municipio en una situación de vulnerabilidad, con dificultades para recibir suministros básicos y acceder a servicios esenciales en los núcleos urbanos cercanos.
El regidor aprovechó su intervención para cuestionar la gestión de la carretera autonómica durante los últimos años. La aparición del nuevo socavón supone, a su juicio, la confirmación del "grave deterioro y abandono" que arrastra la A-476. "No podemos permitir que el municipio siga partido en dos", subrayó, reclamando una "intervención inmediata, completa y con recursos suficientes".
La expresión "ya no valen parches" resume el hartazgo municipal ante lo que consideran reparaciones puntuales que no abordan el problema de fondo. El Castillo de las Guardas lleva años denunciando el estado de conservación de esta carretera, que conecta la localidad con la A-66 y resulta imprescindible para mantener viva la actividad económica de la zona, basada en gran medida en el turismo rural y la agricultura.
El temporal que azotó Andalucía a finales de octubre dejó graves daños en la red viaria provincial, especialmente en los municipios serranos. La A-476 sufrió hundimientos en varios puntos, con desprendimientos que obligaron al corte total de la circulación. Desde entonces, los vecinos conviven con desvíos que alargan los trayectos cotidianos y complican el acceso a servicios sanitarios, educativos y comerciales ubicados fuera del término municipal.
El nuevo socavón detectado ahora demuestra que los efectos de las lluvias intensas se prolongan en el tiempo, con el terreno debilitado cediendo semanas después de las precipitaciones. Los técnicos tendrán que evaluar si el subsuelo presenta más zonas comprometidas que puedan colapsar en las próximas semanas, especialmente ante la llegada de nuevas borrascas atlánticas.
La situación afecta directamente a la población local, que debe reorganizar sus desplazamientos diarios. Los estudiantes que acuden a institutos en localidades vecinas enfrentan tiempos de viaje más largos, mientras que los trabajadores que se desplazan a Sevilla capital o a otros puntos de la provincia cargan con el coste adicional en combustible y horas de carretera.
El sector turístico, clave para la economía local gracias a la proximidad del Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, también acusa el golpe. Los empresarios temen que el cierre prolongado de la carretera ahuyente a visitantes que buscan alternativas más accesibles en otros enclaves de la comarca. La Semana Santa y los puentes primaverales, periodos de mayor afluencia, se aproximan con la incertidumbre de si la vía estará operativa para entonces.