
Comenzaron mientras esperaban a que sus hijos terminaran el entrenamiento de rugby. Seis años después, han transformado el panorama del deporte amateur en España. El Club de Rugby Lacartijas, formado exclusivamente por mujeres mayores de 35 años que jamás habían jugado al óvalo, recibió este lunes el reconocimiento del alcalde José Luis Sanz en el salón principal del Consistorio hispalense.
El equipo, fundado en 2018 por un grupo de madres que decidieron ocupar su tiempo de espera con algo más que conversaciones de cafetería, acumula ya dos títulos nacionales consecutivos en la categoría +35 del Master Series. Pero su mayor logro trasciende los trofeos: su iniciativa ha inspirado la aparición de 27 equipos más en todo el territorio nacional, sumando más de 600 mujeres que han descubierto este deporte en la edad adulta.
Las cifras desmontan estereotipos. Treinta y seis jugadoras componen actualmente la plantilla sevillana, con edades comprendidas entre los 39 y los 58 años. Ninguna había practicado rugby antes de 2018. Todas compaginan sus entrenamientos con responsabilidades laborales y familiares. Y todas han demostrado que el deporte de contacto no es patrimonio exclusivo de la juventud.
Durante la recepción institucional, el regidor municipal puso en valor el carácter pionero de la propuesta: "Las Lacartijas simbolizan que el deporte no tiene límites y que la pasión y el esfuerzo pueden más que cualquier barrera. Sois un orgullo para Sevilla y para todas las mujeres que ven en vosotras un ejemplo de constancia y valentía".
El alcalde subrayó especialmente la dimensión social del proyecto, que ha demostrado capacidad para generar comunidad más allá de los resultados deportivos. El club sevillano entrena dos veces por semana y participa en el circuito nacional que ellas mismas contribuyeron a crear, compitiendo contra equipos de ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Zaragoza.
El impacto de la iniciativa hispalense resulta imposible de ignorar. Cuando las Lacartijas disputaron su primer torneo en 2019, apenas existían tres equipos femeninos en la categoría máster. Cinco años más tarde, el Master Series +35 congrega a 28 conjuntos procedentes de todas las comunidades autónomas, consolidando una competición que se ha convertido en referente del rugby amateur femenino.
El primer edil incidió precisamente en esta expansión durante su intervención: la idea gestada en Sevilla ha servido de estímulo para que numerosos clubes tradicionales incorporen secciones femeninas adultas, democratizando el acceso a un deporte históricamente masculinizado y asociado a etapas tempranas de la vida deportiva.
Más allá de las estadísticas, el fenómeno representa un cambio cultural. Mujeres que superan la barrera de los 35 años -muchas de ellas madres, profesionales consolidadas- encuentran en el rugby un espacio para el desarrollo personal, la actividad física y las relaciones sociales que trascienden los roles tradicionales.
El alcalde cerró la recepción oficial reiterando el respaldo del Consistorio a proyectos que fomentan hábitos saludables y facilitan el acceso igualitario a la práctica deportiva: "Este club demuestra que nunca es tarde para empezar y que el deporte también es una forma de construir comunidad".
La declaración institucional conecta con las políticas municipales orientadas al deporte base y amateur, especialmente aquellas iniciativas que rompen barreras de edad o género. El reconocimiento a las Lacartijas se enmarca en una estrategia más amplia del Ayuntamiento para visibilizar experiencias deportivas innovadoras que nazcan desde la ciudadanía.
El club sevillano, que debe su nombre a un guiño humorístico sobre la capacidad de adaptación y resistencia del reptil, continúa creciendo en número de integrantes y aspirantes. Su historia demuestra que los proyectos deportivos más transformadores no siempre surgen de grandes inversiones o estructuras profesionales, sino de la voluntad de un grupo de personas dispuestas a desafiar convencionalismos mientras esperan, simplemente, a que terminen los entrenamientos de sus hijos.