El Consistorio hispalense ha activado este miércoles el protocolo de emergencia para abordar la crisis del dispositivo navideño de seguridad. José Luis Sanz convoca una Junta Local de Seguridad con carácter extraordinario y urgente para mañana jueves a las 12:30 horas, apenas 24 horas después de que el Pleno municipal rechazara frontalmente su propuesta para las fiestas de diciembre y enero.
La decisión llega tras una sesión plenaria extraordinaria marcada por la tensión y las protestas policiales. El primer punto del orden del día de esta junta -donde se sientan representantes municipales, autonómicos y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado- versará precisamente sobre el Plan de Seguridad Navidad 2025-2026, según confirman fuentes del gobierno local.
El documento que ayer rechazó la oposición contemplaba un gasto máximo de 5,6 millones de euros y reducía drásticamente el periodo de actuación: de los 40 días del año anterior a apenas 20 jornadas. El ejecutivo local justificó el recorte alegando que se había "superado el nivel de eventos" y que resultaba imprescindible ajustarse al tope legal de horas extraordinarias y productividades que permite abonar la normativa vigente a los agentes municipales.
La alianza entre PSOE, Vox y Con Podemos-IU tumbó la iniciativa del Partido Popular con argumentos coincidentes. Los tres grupos denunciaron una gestión "chapucera" y señalaron que el plan llegaba al hemiciclo "con demasiados flecos por definir". Especialmente críticos se mostraron con el procedimiento: consideraron la votación "un chantaje emocional" hacia los ediles, presionados por la urgencia temporal de la campaña navideña.
El regidor había apelado días atrás a la "responsabilidad" tanto de los grupos políticos como de las organizaciones sindicales para desbloquear la situación. En declaraciones previas al pleno, Sanz no descartó la posibilidad de imponer el dispositivo mediante sus competencias ejecutivas si fracasaba el consenso. "Ya no se puede pagar ni más horas extras ni más productividades hasta el año que viene", afirmó el alcalde al explicar las restricciones presupuestarias que condicionan cualquier propuesta.
Las organizaciones representativas de la Policía Local han rechazado frontalmente el plan en dos reuniones consecutivas mantenidas con el Ayuntamiento. La falta de diálogo previo y la reducción temporal del dispositivo han encendido los ánimos en el cuerpo policial, que considera insuficiente la cobertura propuesta para un periodo tradicionalmente complejo en materia de seguridad ciudadana.
CSIF, uno de los sindicatos mayoritarios en la plantilla municipal, anunció hace días que emprenderá "acciones judiciales" si finalmente el gobierno local confirma la imposición unilateral del plan. Este miércoles, los tres sindicatos con mayor representación convocaron una concentración a las puertas del Consistorio para visibilizar su rechazo a la gestión del ejecutivo popular.
La protesta alcanzó su momento más tenso durante el propio Pleno extraordinario. Varios agentes protagonizaron una acción reivindicativa dentro del Salón de Plenos tras conocerse el rechazo parlamentario al plan navideño, lo que obligó a los servicios de seguridad del edificio a desalojarlos de la sala para restablecer el orden en la sesión.
Paradójicamente, la misma sesión plenaria que tumbó el plan futuro aprobó el abono de deudas pasadas. El Consistorio sacó adelante casi cinco millones de euros destinados a liquidar productividades y horas extraordinarias pendientes tanto de la Policía Local como del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios.
Esta iniciativa prosperó gracias al voto de calidad del alcalde, activado tras la abstención del grupo municipal de Vox. El mecanismo otorga al regidor la potestad de desempatar cuando se produce un equilibrio numérico en las votaciones, una situación excepcional que refleja la precaria aritmética parlamentaria del gobierno municipal en asuntos especialmente conflictivos.
La Junta Local de Seguridad que se celebrará mañana jueves se presenta como el último intento del ejecutivo de Sanz para reconducir una crisis que amenaza con dejar a Sevilla sin un dispositivo reforzado durante las semanas de mayor afluencia turística y comercial del año. El órgano colegiado, que permite la coordinación entre todas las administraciones con competencias en seguridad pública, deberá buscar fórmulas que satisfagan tanto las exigencias presupuestarias como las reivindicaciones laborales de los agentes municipales.
Mientras tanto, el calendario apremia: diciembre arranca en menos de una semana y la ciudad necesita definir con urgencia cómo articulará la vigilancia en zonas comerciales, instalaciones navideñas y eventos multitudinarios que tradicionalmente concentran decenas de miles de visitantes en el casco histórico y barrios periféricos.