«No creo que me salude. Podemos tirarnos dos o bien tres botellas de agua en la cabeza, pero saludar … no lo creo», ha dicho Joaquín Sánchez recientemente en una entrevista en Canal Sur Radio sobre su reencuentro con Ronald Koeman, su ex entrenador en 07/08 en el momento en que los dos sirvieron en el Valencia y el que no tiene exactamente buenos recuerdos. Bueno, llegó el momento. Si no hay lesión en los próximos días, este sábado a las 16:15 horas coincidirán ambas en las supones y en el césped del Camp Nou para el acercamiento entre Barça y Betis, correspondiente a la día 9 de LaLiga, y al que los dos equipos llegan en diferentes momentos, ya que los culés no pudieron con un Alavés en inferioridad y los verdiblancos retomaron la senda del triunfo contra los Elche.
El malo relación Entre los protagonistas es multado tras determinadas afirmaciones del actual técnico azulgrana tras ser despedido Mestalla y regresar a Holanda, donde se sentía cómodo: “Me pareció muy extraño que tras decidirme Cañizares, Albelda y Angulo, sigue entrenando con el resto del conjunto y entra con tranquilidad guardarropa. Crearon un ámbito negativo con el acompañamiento de otras personas, como Joaquín. Players como este cuestan 30 millones euros, pero en este momento tendrían un coste de salida de 30 euros“Como es lógico, el extremo se ofendió mucho y soltó todo cuanto había estado dentro durante meses.
«Todo cuanto iba a decir, se lo dije a Koeman en su día. En el momento en que había tanto heridas, Tengo que jugar hacia adelante sin ningún problema y, contra el Barcelona, incluso con un esguince. Puedo contar tantas cosas … Nunca le he faltado al respeto. Siempre procuré mantener una aceptable relación con él, sobre todo porque él era el entrenador y yo quería para jugar«, argumentó Joaquín, que evoca un cara a cara con el holandés la víspera de la paliza que recibió el Valencia en San Mamés: «Sabía que se iba a ir y no deseaba decirle ámbas cosas que tenía que mencionarle. Hablé por la mañana con Bakero (su segundo) y le dije que no tenía nada para hablar con él. Le dije que si el entrenador deseaba hablar conmigo…. Fue entonces cuando hablé con él. Nos conocimos en entre las habitaciones del Hotel. Lo primero que le dije fue que nada más llegar, la primera fila me despidió porque llegaba tarde al entrenamiento. Ese día hablé con él y me dio su Explicación, y lo acepté. »
Y siguió: “Su relación conmigo jamás fue buena. Empezó a darme uno tras otro. En los partidos que han venido. Aragonés (entonces seleccionador español) para verme, no me puso. Todo lo mencionado le dije. Le dije que pensaba que quería Incordiarme desde que llegó. Pero lo más sorprendente es que lo reconoció y no tiene más argumentos. Koeman no ha hablado con los jugadores. Desearía ser la mitad de inteligente que él, después de ganar siete millones euros en cinco meses. Y arriba no tuvo tiempo vergüenza para despedirme del vestuario. Aparte, habla ahora, en vez de decirte cosas a la cara. Resultó ser un mal entrenador … y como buena persona tiene poco. En los últimos partidos deseé imponer un sistema no … que no tiene las pelotas para comunicarlo. Por eso es bien difícil para el futbolista llevar a cabo lo que quiere. Pero no tiene las pelotas para eso. Hubo momentos en los que debimos explicarnos en el tablero cómo debíamos jugar. Tuvimos que levantarnos y dibujar el nuestro. Lo único que le importaba era comer con cinco o siete botellas de vino. Vamos, dormía tibio».