Sevilla inaugura su primer Festival de Ópera con el estreno de 'Les Enfants Terribles'
Del Barroco al jazz: el Festival de Ópera de Sevilla entra en su semana más versátil
El Festival de Ópera de Sevilla ha acogido durante sus primeras fechas una de las interpretaciones más singulares del panorama lírico reciente. En el corazón del montaje de *Les Enfants Terribles*, obra del compositor Philip Glass basada en la novela de Jean Cocteau, ha brillado la voz del tenor Samy Camps, que ha ofrecido tres funciones en el Centro de la Artillería los pasados días 25 de septiembre, 2 y 3 de octubre.
El cantante francés fue entrevistado por alumnos de la Universidad Loyola en el marco del festival, en una conversación que desveló tanto la complejidad de la obra como la mirada contemporánea del artista sobre el género lírico. "No hace falta tener cultura operística para emocionarse con una ópera", afirmó Camps, que defendió la ópera como un arte vivo y sensorial, capaz de conectar con nuevas generaciones sin necesidad de academicismos.
En *Les Enfants Terribles*, Camps interpreta a Gérard, un personaje que actúa como narrador omnisciente, una especie de corifeo moderno que "conecta las dos mitades del público y ayuda a dar sentido a lo que no se ve desde todos los ángulos". El montaje, con estética simétrica, exigía además un gran dominio del texto: "Cocteau escribe frases en las que puede haber cinco ideas contradictorias en una misma línea. Aprenderlas ha sido uno de los mayores retos", confesó el tenor.
Sobre el trasfondo de la obra, Camps explicó que Cocteau "no quería narrar de forma tradicional", sino transmitir sensaciones, contradicciones y emociones propias de la adolescencia. Gérard, su personaje, "es el único sensato y maduro" frente al universo de fantasía e inmadurez que envuelve a los hermanos protagonistas.
El cantante también analizó la música de Glass, subrayando su potencia evocadora y a veces paradójica: "En una escena de muerte, suena jazz; en otra de nieve, se escucha silencio en forma de arpegios. Esa disonancia emocional es lo que más impacta".
Como cierre, Camps lanzó un mensaje claro: "La ópera está más viva que nunca. Si el público se emociona, se divierte y se deja llevar, eso sigue siendo ópera, aunque no la entiendas del todo. La ópera contemporánea también puede hablar de ti".