
El Hotel Oromana, que este 2025 cumple un siglo desde su inauguración en el paraje natural alcalareño, se prepara para su transformación más ambiciosa. La actual concesión municipal expira tras 25 años de actividad y el Consistorio ultima los detalles para relanzar este emblemático alojamiento con una propuesta que duplicará su tamaño y aspirará a convertirlo en un hotel boutique de cuatro estrellas.
El proyecto, que se licitará previsiblemente en enero, incluye rehabilitar el edificio histórico y ampliar las instalaciones actuales. De las 31 habitaciones que operan hoy, el establecimiento pasaría a ofrecer 60 estancias. Según criterios técnicos incorporados al estudio previo, esta capacidad resulta imprescindible para garantizar la viabilidad económica de la futura concesión, que alcanzará los 40 años de duración.
El equipo de gobierno municipal mantiene desde hace semanas encuentros con empresarios del sector hotelero interesados en gestionar el Oromana. En la última reunión, celebrada con representantes de varias firmas, el delegado de Turismo, Christopher Rivas, y la delegada de Hacienda, Ángeles Ballesteros, presentaron las líneas maestras de la operación. Rivas remarcó durante el encuentro que el objetivo consiste en convertir el hotel en "un espacio puntero y adaptado a los tiempos actuales", aprovechando tanto su entorno privilegiado como la cercanía a una localidad con creciente atractivo turístico.
La estimación de precios sitúa la pernoctación en una horquilla de entre 90 y 130 euros por noche, dependiendo de la temporada y los servicios complementarios que solicite cada huésped. Esta tarificación responde al salto de categoría previsto: el actual tres estrellas ascendería a cuatro, con la posibilidad de posicionarse como hotel boutique. La ubicación del inmueble, rodeado de vegetación y a escasos minutos del casco urbano, constituye uno de sus principales activos para competir en el segmento medio-alto.
El documento técnico encargado por el Ayuntamiento recoge también una apuesta decidida por modernizar todas las instalaciones. El objetivo pasa por ofrecer servicios que cumplan los estándares actuales de confort y sostenibilidad, aspectos cada vez más valorados por el viajero contemporáneo y por las plataformas de reserva online.
Más allá del alojamiento convencional, el proyecto refuerza la dimensión del Oromana como espacio para celebraciones. El edificio histórico, sus salones interiores y los jardines exteriores reúnen condiciones idóneas para bodas, reuniones corporativas y actividades sociales de distinto calado. Los técnicos municipales consideran este segmento fundamental para la rentabilidad del complejo.
Durante la reunión con empresarios, se subrayó el potencial que presenta la provincia de Sevilla como destino de turismo de eventos. Alcalá de Guadaíra, con su patrimonio monumental -los castillos, los molinos harineros- y su gastronomía, puede capitalizar parte de esa demanda si cuenta con infraestructuras hoteleras preparadas para acoger grupos y ceremonias.
El plan contempla adecuar espacios específicos para congresos y encuentros profesionales, dotándolos de equipamiento tecnológico y capacidad suficiente. Esta diversificación permitiría al hotel mantener tasas de ocupación estables durante todo el año, compensando las oscilaciones propias del turismo vacacional.
La inversión estimada ronda los 6 millones de euros, cifra que se destinará íntegramente a la rehabilitación del edificio principal y a la modernización de servicios. El Ayuntamiento establece esta cantidad como condición dentro del pliego de licitación, de modo que será el adjudicatario quien asuma el desembolso a cambio de explotar el inmueble durante cuatro décadas.
El modelo de concesión administrativa permite al Consistorio recuperar un activo turístico emblemático sin impacto directo en las arcas municipales. El concesionario asumirá tanto la inversión inicial como la gestión posterior, retribuyendo al Ayuntamiento mediante un canon anual cuya cuantía se fijará en el proceso de licitación.
Las obras incluirán la restauración de elementos arquitectónicos originales, algunos de ellos protegidos por su valor patrimonial, junto a la construcción de nuevas dependencias que albergarán las habitaciones adicionales y las zonas comunes ampliadas. El proceso exigirá coordinación con Patrimonio y Urbanismo para garantizar que las intervenciones respeten el carácter histórico del conjunto.
El Hotel Oromana abrió sus puertas hace cien años, convirtiéndose en uno de los primeros establecimientos de su categoría en el área metropolitana de Sevilla. Su ubicación estratégica, en un paraje natural que combina arboleda y paisaje fluvial, lo transformó en refugio de descanso para visitantes ilustres y familias sevillanas durante décadas.
La concesión vigente, adjudicada hace un cuarto de siglo, expira ahora sin opción de prórroga, lo que obliga al Ayuntamiento a relicitar el servicio. El Gobierno local ha optado por aprovechar esta coyuntura para replantear el modelo, adaptándolo a las exigencias del mercado hotelero contemporáneo y a las oportunidades que ofrece el auge del turismo experiencial y cultural.
Con esta operación, Alcalá de Guadaíra busca posicionarse como complemento turístico de la capital hispalense, ofreciendo una alternativa de alojamiento que combine naturaleza, patrimonio y servicios de calidad. El Oromana, reconvertido y ampliado, aspira a convertirse en referente provincial para quienes buscan escapadas de fin de semana, retiros corporativos o celebraciones en entorno singular.
El calendario de licitación prevé que los pliegos salgan a información pública en las primeras semanas de 2025. A partir de ese momento, las empresas interesadas dispondrán de plazo para presentar ofertas, que serán evaluadas según criterios técnicos, económicos y de experiencia en gestión hotelera. El Ayuntamiento espera adjudicar la concesión antes del verano, permitiendo que el nuevo concesionario inicie los trabajos de rehabilitación y ampliación en el segundo semestre del año.