
La Junta de Gobierno ha aprobado varios asuntos de importancia que afectan al Cementerio Municipal, centrados en la modernización y renovación de infraestructuras deterioradas. Entre las decisiones adoptadas destaca la adjudicación de las obras de demolición de las sepulturas de pared de la calle San Clemente, construidas a comienzos del siglo XX, que presentan un grave deterioro estructural y riesgo de colapso.
Las sepulturas afectadas recorren 500 metros lineales y su demolición se ha adjudicado por un importe de 122.815 euros. El plazo de ejecución de estos trabajos será de dos meses. Una vez concluida la demolición, el Ayuntamiento iniciará la construcción de nuevas sepulturas de pared, osarios y columbarios que sustituirán a las unidades centenarias que serán derribadas.
La Junta de Gobierno también ha aprobado el inicio del procedimiento para la construcción de un nuevo edificio destinado a albergar los hornos crematorios del Cementerio de San Fernando. Este proyecto forma parte de un plan municipal de renovación de instalaciones antiguas que llevan casi cuatro décadas en funcionamiento y presentan un historial de averías que ha requerido continuas intervenciones de urgencia.
El nuevo edificio contará con una superficie útil aproximada de 486 metros cuadrados distribuidos en cuatro áreas funcionales claramente diferenciadas. La nave principal, con doble altura para los hornos y sus sistemas de filtrado, ocupará 240 metros cuadrados. A esta zona se sumarán 56 metros cuadrados destinados a vestuarios, 90 metros cuadrados para oficinas y espacios administrativos, y 100 metros cuadrados dedicados a zonas de servicio y circulación.
El presupuesto del proyecto asciende a 822.791,80 euros y contempla la renovación completa de los tres hornos crematorios que actualmente prestan servicio en el cementerio. Estos equipos fueron instalados en diferentes etapas: el Shelton 1 en 1986, el Shelton 2 en 1994 y el Lazar en 2003, lo que significa que el más antiguo lleva casi cuatro décadas en funcionamiento.
Ambas actuaciones se enmarcan dentro de un plan municipal más amplio de renovación de unidades antiguas del Cementerio de San Fernando. Las sepulturas de pared de la calle San Clemente que serán demolidas forman parte de las primeras construcciones realizadas en el camposanto a comienzos del siglo XX y su estado de conservación ha llegado a un punto crítico que hace inviable su mantenimiento.
La construcción del nuevo edificio crematorio responde a la necesidad de modernizar unas instalaciones que han quedado obsoletas y que requieren una inversión constante en reparaciones de emergencia. La nueva infraestructura permitirá mejorar el servicio prestado a los ciudadanos y garantizar el funcionamiento eficiente de los equipos crematorios durante las próximas décadas.